Los soles de las independencias, de Ahmadou Kourouma

📚La lectura de febrero 2022📚

¡Muy buenas!

Estoy refeliz con la lectura que te vamos a recomendar en este mes de febrero. Digo vamos, porque hoy me hago a un lado y será Teté (una querida alumna y amiga) la que nos haga la recomendación. Debo reconocer que me hace mucha ilusión pues para mí este club de lectura tiene mucho más sentido cuando somos distintas personas las que recomendamos y comentamos.

No me enrollo más y aquí te dejo lo que Teté nos ha preparado.

Esta obra fue la primera novela escrita y publicada por el escritor marfileño Ahmadou Kourouma. Ahmadou significa guerrero y cumpliendo el destino marcado por su nombre, Kourouma formó parte de la llamada tirailleur sénégalais (corporación del ejército francés formada por soldados reclutados en África Occidental) y ya entonces mostró sus fuertes convicciones políticas y personales cuando se negó a reprimir a los independentistas.

Estudió matemáticas en Lyon pero, sin embargo, fue la literatura la que le permitió seguir ejerciendo ese papel de guerrero, luchando con las palabras contra la hipocresía, las mentiras y las injusticias de los gobiernos post-coloniales. Sus críticas hacia el gobierno de Houphouet-Boigny lo condujeron al exilio. Cuando estalla la guerra en 2002, él la califica como “una extravagancia que llevará al caos” y entonces, de nuevo, es atacado por el presidente Laurent Gbagbo y sus seguidores acusándolo de ser “poco marfileño”.

“Los soles de las indepencias” fue rechazada por muchas editoriales probablemente por multitud de motivos:

Es una novela políticamente incorrecta, el estilo era novedoso en ese momento y la traducción no resultaba sencilla pues las expresiones, el ritmo de la narración, las imágenes que evocan las descripciones, el empleo reiterado de proverbios, las comparaciones, todo ello se enmarca en una concepción de la vida y en una manera de comunicarse con los demás y con el más allá que no es fácilmente comprensible para un lector europeo mucho más anclado en lo práctico, lo tangible y lo concreto.

Complicado puede resultar comprender las referencias a las características de los diulás,los malinkés o los bambara. Igualmente difícil sumergirse en el mundo mágico-religioso africano o en las relaciones político-tribales que se describen en estas páginas. Puede ser todo un reto entender las funciones del griot, del jefe tribal, del morabito y no indignarnos con la situación de la mujer en todo este entramado social.

Todo ello puede hacer que abandonemos la lectura por nuestra incapacidad de recorrer esos caminos tan lejanos a nuestra cotidianidad; o bien, al contrario, puede engancharnos de forma inevitable e irreparable y removernos internamente haciéndonos seguir los pasos desesperados de Fama, el príncipe malinké, destronado y reducido a la miseria, protagonista de la novela.

Para mí, fue una lectura importante pues me proporcionó una visión dura pero creo que muy realista de la situación de Costa de Marfil (país que tuve la suerte de visitar en 2012) tras la descolonización y sobre todo tras la guerra de 2002. Efectivamente contemplé la decadencia del país, el amargo despertar del sueño de esa “Suiza africana”, el desplome de la gran ciudad de Abidjan, la “New York” del oeste de África, que todavía dejaba traslucir la belleza de su ubicación a orillas de la Laguna Ebrie y su imagen de capital contemporánea en medio de una nube de contaminación, tráfico caótico y plásticos por doquier. Pude visitar la antigua capital Grand Bassam con sus grandes edificios majestuosos invadidos por la vegetación y desmoronándose de manera inexorable, la imagen más gráfica y precisa de lo que significó la colonización y el posterior abandono del país por los franceses.

Yo animo a todo el mundo a leer esta magnífica novela de Kourumá, a conocer a Fama y comprenderlo, o quizá despreciarlo, a caminar con él e ir conociendo una parte de su historia, de sus relaciones familiares y también la historia y la idiosincrasia de Costa de Marfil, a recrearse en las palabras llenas de matices, de referencias, de aromas y de colores que emplea el autor y a imaginarse en esos lugares llenos de belleza y de misterio que se describen en sus páginas.

Hacía una semana que había fallecido en la capital Koné Ibrahima, de raza malinké, o digámoslo en malinké; que no se había recobrado de un pequeño resfriado.

Como todo malinké, cuando la vida se escapó de su cuerpo, su sombra se incorporó, carraspeó, se vistió y partió por el largo camino hacia el lejano país natal malinké para anunciar a los cuatro vientos la funesta noticia de las exequias.

Así comienza la historia de Fama. Con este inicio es imposible no querer continuar la lectura y aunque la muerte sea el punto de partida, no parece que vayamos a quedarnos llorando un cadáver sino que inmediatamente queremos ponernos en marcha tras esa sombra y dirigirnos con ella al país malinké que ya nos reclama sin remedio. Y por si los amantes de la danza africana, aún no se animaron a leer “Los soles de las Independencias” aquí les dejo otro hermoso párrafo que, seguramente, les recordará muchas cosas y les convencerá de que deben leerlo:

Remolineaba pues el tam-tam. Les llegó el turno de danzar a los cazadores. (…) Balla saltó en el corro de danza, hizo un trenzado y prendió fuego a la pólvora embutida en el cañón.(…) Balla pidió a todas las mujeres del pueblo que pusieran las ollas sobre los hogares y desapareció en la maleza. Al cabo de un rato el tam-tam seguía sonando y las ollas aún no habían borbotado: regresó con la cola de un búfalo negro.

¡Espero que os guste!

Teté

Vuelvo a ser Tania 🙂 Como ya me la he leído, decirte que el texto de Teté me ha encantado, he aprendido un montón con lo que nos explica y la lectura es ciertamente ya uno de los imprescindibles.

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