djembe

Dundúns, la melodía percusiva

¡Pum pum, llamando a la puerta el séquito de duns!

Te presento hoy a estos tres instrumentos que son los que puedo decir que consigo tocar con soltura.

Tenemos por aquí a la familia que se llama de dundúns, compuesta principalmente por tres tambores: el más grave es el dundún, el de timbre medio el sangban y el más agudo es el kenkeni.

El papel de la percusión en el oeste de África es muy diferente que en nuestra cultura

Si pensamos en una sinfónica, generalmente, la percusión no está muy desarrollada. Si no me equivoco, la aparición de los timbales ha sido muy reciente y toda una revolución. Ha sido Bach en el siglo XVIII el primero que compuso una pieza con los timbales en primer plano.

Aunque parezca que una sinfónica no tiene mucho que ver con la música que escuchamos habitualmente, pues yo creo que sí habla de un legado, de una manera de entender la música y de unos roles determinados para los distintos instrumentos que permean la música actual.

Por supuesto, la tendencia es ir rompiendo con lo antiguo y por ello cierto es que podemos encontrar un rol más predominante de la percusión en géneros musicales actuales como por ejemplo el jazz (que bebe de África).

En el oeste de África la percusión está muy desarrollada; tanto es así que los ritmos tienen entidad propia y no tienen porqué ir acompañados de instrumentos melódicos.

Ojo, que aquí te estoy hablando de percusión, pero de la percusión no melódica (es decir, no me refiero por ejemplo al balafón).

Y aunque la cultura del sabar en Senegal es bastante desconocida para mi, merece la pena que te enseña esta verdadera orquesta hecha sólo con instrumentos de percusión. Aquí te dejo a la familia N’Dyiae Rose .

¿De qué están hechos los dundúns?

Básicamente tenemos un cilindro hueco de madera con pieles en sus extremos.

Se acompañan de una campana.

El más grande será el dundún, el mediano el sangban y el pequeño el kenkeni.

¿Cómo se tocan los dundúns?

De manera tradicional, tenemos al dundún en horizontal. En la mano derecha tenemos una baqueta de madera con la que golpeamos la piel y en la mano izquierda cogemos una tuerca o una barilla de metal para tocar la campana.

De esta manera, necesitamos a una persona por instrumento.

Con el desarrollo de los ballets nacionales, se ha cambiado la manera de tocar estos duns. Se disponen como una batería de las de rock, en vertical y así una sola persona hace más o menos lo que tres.

Con este conjunto, perdemos las campanas, lo que es una pena.

Otra opción es tocando dos dundunes superpuestos. Se ponen en horizontal, uno encima de otro y así con la baqueta puedes dar golpes en los dos instrumentos y con la izquierda puedes tocar una campana. Es una solución que me gusta bastante, cuando no hay músicos para los tres dundúns por separado.

¿Tienen roles diferenciados el dundún, el sangban y el kenkeni?

Si, los tienen.

Generalizando (siempre hay excepciones), el kenkeni lleva el tempo, es como el metrónomo; el sangban denota la melodía; el dundún aporta graves, profundidad.

En su conjunto, la función que tienen los duns es la de definir la melodía, el ritmo. Es decir, sabemos que está sonando un Mendiani, un Soko, un Sinté o un Yamamá al fijarnos en los duns.

No es complicado hacerse al oído y ser capaces de diferenciar ritmos, pero es cierto que hay que acostumbrar el oído. Por eso hay que escuchar mucha musiquita o bailar mucho que con la danza se nos afina el oído.

Es cierto que últimamente he visto ensembles que introducen otros tamaños de dundúns y no sé si son refuerzos o juegan otros roles.

Si a los tocadores de djembe se les llama djembefolas, a los tocadores de dundúns se les llama dundunfola.

¿Cualquiera puede tocar los dundúns?

En estos tiempos modernos si y desconozco si antaño había limitaciones por edad, género o clase social aunque no debemos dejar de tener en mente que la música la ejercían familias concretas…

Lo que me gustaría contarte es que la manera natural de aprender tiene un orden. En primer lugar a los más peques se les permite tocar el kenkeni y cualquier persona que quiera comenzar empieza por el kenkeni.

Intuyo que como el kenkeni lleva principalmente el tempo y no tiene patrones muy complejos, al final te vas haciendo al oído de cómo suena el ritmo en su conjunto y es a partir de aquí que ya estarás preparadx para comenzar con el Sangban, el dundún. Luego saltarías a algún djembe de acompañamiento y cuando tengas suficiente musicalidad, sonido y potencia podrías ser un djembe solista.

Osea, que existe toda una jerarquía, que ciertamente los occidentales nos pasamos por el forro porque solemos ir directamente al djembe que es el más destacable sonoramente.

¿En qué países encontramos los dundunes?

Allá donde hay djembes: Conakri, Bissau, Gambia, Senegal, Mali, Burkina y Costa de Marfil; en la región Mande, antiguo Imperio Malinké.

Particularmente, tengo un gran gusto por tocar estos tambores, mucho más que un djembe. Creo que va un poco en el carácter. No me gusta tanto ese “parloteo” del djembe y sin embargo me enamoro de las cadencias graves y profundas de los dunes, de los juegos entre campanas con esas polirritmias de locura, el motor constante que no para y que une y da sentido…

Quizá una visión romántica, pero vaya, que me encantan y disfruto mucho tocándolos.

Por supuesto, hoy te dejo también unas músicas para que escuches la potencia de los dundunes

Un ritmo dunumba.

Con este vas a flipar, algún día lo haremos en clase 😉

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