Disfruta desde el primer “cucún cucún, ca cucá!” 

Incluso si nunca has bailado

Cursos de danza malinke africana

Al principio lo más importante es soltar.

Los pasos básicos respetan las posiciones naturales del cuerpo. Por eso no necesitas tener un físico estupendo o una habilidad especial para aprenderlos con facilidad.

Poco a poco te liberas de las barreras que te frenan, ganas control corporal, interiorizas los movimientos y ya nada te puede parar. 

¿Quieres ver lo que conseguimos en una masterclass?

¡Dale al play!

Inscríbete en los cursos de Danza y siéntete genial

CLASES REGULARES

Con las Clases Regulares tendrás tu rutina asegurada, una rutina que te permitirá incorporar una dosis regular de alegría y con la que mejorarás mucho en tus movimientos y dominio de la danza.

El curso entero está estructurado en trimestres; en cada trimestre trabajamos una coreografía y pongo el foco en alguna destreza concreta. Por ejemplo, podemos trabajar más la resistencia física, la consciencia corporal o la creatividad. Así, completar un curso implica que te llevas muchos beneficios para tu cuerpo!

Aquí debajo tienes los horarios y lugares


Carballo

O Casino 1889

Rúa Vázquez de Parga 1

Santiago

Galinké

Rúa do Castiñeiriño 21

Coruña

Danzalia Mundi

Avda Peruleiro, 28

Miércoles    20:30h a 22h Martes 18:45h a 20:15h o 20:30h a 22h

Jueves 19h a 20:30h

Lunes 20:30h a 22h

Viernes 20:30h a 22h

—> Desliza para ver los horarios completos

CURSOS INTENSIVOS

A diferencia de las Clases Regulares, los Cursos Intensivos son puntuales, más intensos y ofrecidos en diversos lugares.

Una manera estupenda de conocer la Danza con raíces en África!

Algunos son gratuitos (Masterclass de una hora) y otros son de pago.

Puedes consultar las próximas fechas y lugares de los presenciales aquí  o también hablar conmigo si tienes dudas.

Revitalízate con las Danzas del Oeste de África

Cuando bailas haces brillar el sol que hay en ti. Libera las emociones expresándote a través del movimiento. Siéntete esplendorosa en tu piel. Da luz y recibe luz de tus compis en una danza que no es competitiva, con la que crecemos juntas.

La danza compartida tiene un poderoso efecto sobre tu organismo, ya que permite que nuestros cuerpos se comuniquen. Vibran como si fuésemos uno solo, activando el cóctel hormonal que nos hace sentirnos bien.

No puedes cambiar el mundo tu sola, pero si cambiar tu modo de ver las cosas y tener más energía para cuidar como a ti te gusta (y eso se contagia, así que de alguna manera, si puedes cambiar el mundo, sólo si estás bien contigo).  La danza te recarga de energía y alegría. Despierta tu intuición para que sepas mejor lo que falta o sobra en cada momento.

Coge oxígeno, gana perspectiva para distinguir lo que es importante para ti y dirige hacia allí tu poder.

Dedicarte un ratito semanal a conectar contigo misma es necesario para estar bien. Si no estás bien, tu tiempo no te rinde, la energía no es suficiente. La práctica de la danza es una rutina de cuidado personal, de ternura hacia ti misma, que te ayuda a conocerte, entretenerte y sentirte bien.

Calientas los músculos de un modo seguro, progresivo. La demanda aumenta conforme avanza la sesión y siempre eres tu la que conoce los límites. De esta forma sudas, ganas fuerza y agilidad, pero no dañas tu cuerpo.

En cada sesión de danza tu energía sube para que te quedes bien recargada para afrontar la semana. La sensación dentro de ti es tan buena que aunque notes algo de cansancio, te sientes revitalizada. Con la práctica regular se estabilizan los efectos y la danza se convierte en un recurso, en una «mejor amiga» con la que puedes contar para estar bien y cargarte de energía cuando lo necesites.

También hay hombres estupendos, pero la mayoría somos mujeres que nos divertimos, que nos apoyamos y crecemos juntas. Nos empapamos de conocimientos de los pueblos Mande, ahondamos en el significado de los ritmos, la cultura y los secretos de la danza.

Dudas frecuentes (FAQ’s):

Si tienes alguno de estos «yo no…» en mente puedes bailar con suma tranquilidad.

Estos pensamientos son limitantes (y apostaría a que no son ciertos), puedo ayudarte a librarte de ellos. 

No necesitas tener una forma física excelente, ni talento musical para disfrutar bailando. Además, con la práctica descubrirás que tú también interiorizas los movimientos y los haces tuyos. Poco a poco saldrá la inmensa fuerza que tienes dentro de ti, te sorprenderás de tus bonitos movimientos y agilidad, pero sobre todo, de tu capacidad para disfrutar de ti misma y de tu vida.

Recuerda que el cuerpo aprende a base de repeticiones. Cuanto más desconocido sea el movimiento, más repeticiones necesitarás por lo que a veces irás rápido y otras necesitarás más tiempo de lo que a ti te gustaría. Por eso es tan importante que seas paciente contigo misma. Llegará!

Normal que tengas esta duda. Esto ya es indicativo de que tienes interés.

En DanzaTaniaVeiga.com te puedo hablar tanto de Danza a secas, como de Danza del oeste africano, Danza Africana o Danza Malinké…

¿Y entonces?

Hablar de Danza Africana como un único tipo de danza es totalmente inadecuado, hay muchísimas danzas con grandes diferencias. Pero es un término cómodo que me permite indicarte hacia donde miro.

Reconozco que no tengo ni la menor idea de las danzas del norte, centro, sur y este de África y que conozco un poco de las Danzas del oeste de África, así que acotando el territorio soy más específica, aunque este término es más largo.

Realmente mi mayor experiencia es con la Danza Malinké. Al hablarte de Danza Malinké, te hablo concretamente de las danzas de los pueblos que en el pasado estuvieron bajo el imperio de Malí (1235 – 1546) que hoy comprenden más o menos Gambia, Guinea – Conakry, Guinea Bisao, Senegal, Mali, Sierra Leona, Burkina Faso y Costa de Marfil.

Toda esta zona tiene cierta cohesión cultural, hablan lenguas mande y  comparten ritmos como por ejemplo Lamban, Kuku, Mendiani que se tocan con djembes y dundúns.

Por eso, hablar de Danza Malinké es más adecuado, estoy ya hablándote de una cultura, pero lo cierto es que bebo de otras fuentes cercanas, como las Danzas Vudús de Benin.

También puedo emplear el término  danza tradicional, para intentar acercarte mediante palabras a lo que hacemos en clase. Es cierto que a ti te da una idea opuesta a lo urbano, pero es cierto que estrictamente no hacemos nada tradicional. Desde mi punto de vista, tradicional es cómo bailan en los pueblos, en sus fiestas. Pero nosotras aprendemos más en un contexto de «ballet» africano, de espectáculos para un público, ya más elaborados. Lo tradicional está en la base, de eso no hay duda 🙂

Uniendo todo esto, pues es que al final lo que te enseño es danza, una danza basada en mi experiencia y aprendizajes por algunos de estos países del continente del sol. 

Esto depende enteramente de ti. Con las Clases Regulares incorporas la danza a tu vida. Los Intensivos son un complemento perfecto para soltar adrenalina, conocer esta danza o una solución ideal si no puedes asistir semanalmente.

  • Las  Clases Regulares tienen una frecuencia semanal y duran 1 hora y 30 minutos. Incidimos más en la técnica, la corrección de los movimientos y trabajamos bien la base musical. Cada tres meses bailamos un ritmo diferente y aprendemos una coreografía. Hay tiempo para descargar adrenalina y perfeccionar.

Podrías anotarte a un trimestre y así completar un ritmo, aunque realmente el curso completo está pensado para que ganes muchas destrezas de manera progresiva. En un curso completo trabajas distintos ritmos, tu consciencia corporal y la técnica, la orientación espacial, tu creatividad y expresión propia, tu coordinación y por supuesto, con la regularidad tu musculatura y sistema cardio-pulmonar se refuerzan.

  • Los intensivos son ocasionales, casi siempre en fin de semana, y tienen una duración de 3 horas como mínimo. Están pensados para introducirse en los ritmos y danzas, con más hincapié en el soltar y divertirse y un poco menos de técnica (aunque siempre explico desde la base). Dejamos que el cuerpo se exprese sin pulir demasiado los movimientos.

Son más intensos que las Clases Regulares, pero aún así el ritmo e intensidad suben progresivamente y tu tienes siempre la última palabra en cuanto a tu intensidad.

Notarás beneficios desde el primer día. Te bastará comparar cómo estabas antes y después de la clase. Me refiero, sobretodo a nivel mental y emocional; cambios en tu estado de ánimo y en tus emociones, que no es poco!

Si estás empezando, en un trimestre verás una diferencia increíble porque comenzarás sin tener ni idea y con dificultades con la coordinación y acabarás bailando una coreografía!

A nivel de fortaleza física (músculos, sistema cardio-pulmonar, elasticidad) no puedo decirte una franja de tiempo exacta, pero lo que sí puedo decirte, por ejemplo, es que las alumnas que faltan más de tres semanas, cuando retoman notan ese parón. Es cuando se dan cuenta de que habían ganado resistencia, agilidad, fortaleza… Como en clase, el esfuerzo físico es asequible y nos divertimos, parece que no hacemos tanto como realmente hacemos.

Si los beneficios que buscas son a nivel de consciencia corporal, coordinación, soltura… Cada persona es un mundo, pero lo que tengo claro es que es imposible retroceder (aunque haya días más torpes o parezca que el cuerpo no responde). Tanto si me guío por mi experiencia propia como por lo que observo con mis alumnas, el aprendizaje se dibuja como un camino de montaña en ascensión. No por ir hacia lo alto, vamos siempre hacia arriba. Me explico? Y no todas caminamos al mismo paso.

Si ya estás iniciada, los cambios los sentirás más lentos y paradójicamente (o eso es lo que a mi me ha pasado) sabrás lo que has ganado, fuera del curso, cuando te aproximes a otras disciplinas o estudies con otras profes.

Sé que muchas tenemos la mentalidad de ponernos objetivos que alcanzar. Esto está bien te da foco, te pone las pilas, pero no te olvides de disfrutar del camino!

Por eso, para mi lo más importante en cuanto a beneficios es que una vez que empiezas a conectar contigo ya te estás dando espacio para sanar. Poco a poco empezarás a quererte tal y como eres, comprenderte y perdonarte por todo aquello por lo que te martirizas. Durante este descubrimiento podrás pasar por momentos duros de frustración o de negación.

No pasa nada, yo te acompaño. Yo y todo el grupo.

En las clases Presenciales, siempre (salvo excepción).

La percusión en directo es una de mis señas de identidad, pero es que las danzas que conozco se bailan así.

Y no vale cualquier música. Por eso tanto en los Intensivos como en las Regulares, tendrás músicos especializados en el lenguaje de los djembes y dundúns. Y no sólo esto, si no que están especializados en tocar para la danza.

La música en directo sube tu energía, das mucho más, te emocionas y bailas con esta energía.

Los ritmos, con sus variaciones propias del directo, se van metiendo en tu cuerpo-cabeza-sangre para poder luego trabajarlos con consciencia.

Vamos, que la idea es que si te vas a estudiar a, por ejemplo, Guinea, podrás entender mucho mejor lo que allí bailarás. Queremos que tengas un acercamiento real a la tradición.

Sientes ese cansancio que no se pasa ni durmiendo, seguramente derivado de largas jornadas laborales y un mundo cada vez más exigente y desgastante…

Tu cuerpo necesita una recarga de energía.

Por supuesto creo que deberías cuidar tu alimentación y tu sueño nocturno, pero yo aquí no me meto…

Lo más difícil es conseguir venir a clase. Una vez que estás allí, ya soy yo la que te lleva, déjate ir.

Bailas con el cuerpo que tengas, no tienes que sobrepasar tus límites. Y yo creo que, tan solo por darte ese paréntesis, por tener este rato para ti, por llevar tu concentración a tu cuerpo, por escuchar la música… Tan sólo por todo esto tu energía va a subir, vas a empezar a recargarte.

Con la práctica regular el efecto se estabiliza, tu cuerpo se tonifica y tu mente se aligera. Te ríes, te ilusionas, sobrepasas obstáculos… Te reconfortas.

Es muy común tener vergüenza al bailar, por lo menos en España. Vendrás con muchísima vergüenza, seguro, pero se te quitará.

¿Por qué creo que se te va a quitar la vergüenza? Porque ya lo he visto, lo veo siempre. Por un lado ves que tus compis tienen mucho que hacer consigo mismas. Además, no me preguntes el porqué, las personas que se acercan a esta danza son maravillosas, no hay un juicio crítico hacia las compañeras, nadie está pensando en si va bien o mal. Puede que nos guste ver bailar más a unas personas que a otras, pero sabemos que todas estamos aprendiendo y dando lo mejor de nosotras.

Y es que luego, estás tan pendiente de todo lo que tienes que hacer, que te olvidas de tu vergüenza.

Te lo prometo, ha pasado siempre. Tengo alumnas que han llegado con mucha vergüenza y al final del curso, no es sólo que ya no tuviesen vergüenza durante las clases, es que hasta han actuado en la fiesta de fin de curso!

Disfrutarás de los cursos de Tania Veiga si sueñas con…

  • bailar enérgicamente a ritmo de tambores
  • ponerte en forma divirtiéndote
  • experimentar algo diferente
  • profundizar en la cultura de la danza y música africana
  • mejorar tu salud de manera profunda
  • ser fuente de belleza
  • cuidarte, entenderte, disfrutarte y ser más feliz

Pero no son para ti si crees que es imposible que te pueda ayudar a…

  • liberarte de dolores innecesarios
  • subir las escaleras sin sofocarte
  • reducir el estrés
  • estar ágil incluso pasados los 40
  • dormir como un lirón
  • tener energía hasta el final del día

Garantía de calidad

Me llamo Tania Veiga y soy bailarina y profesora de danza con la mirada puesta en África. Bailo y enseño porque me apasiona.

La descubrí por casualidad, durante una estancia pre-doctoral en Brasil, en 2011. Al comienzo fue una manera casi mágica de ponerme en forma, sudaba y me cansaba, pero quería más! Hasta ese momento, hacer ejercicio me parecía una tortura (salvo pasear ;).

Inevitablemente, fue a más.

Con la práctica regular mi organismo mejoró de manera profunda, tocando mi psicología, mi emocionalidad, mi manera de ver la vida. No me he transformado en atleta olímpica, pero creo mucho más en mi misma, conozco mucho mejor mi cuerpo y sé activar mi energía cuando lo necesito.

Me siento ágil y fortalecida, veo belleza donde antes sólo había defectos y sigo divirtiéndome, cada vez más.

Me encanta ser alumna más que profe, lo reconozco. Lo cual me ha llevado a una formación y búsqueda continuas.

El descubrimiento ha sido tal, que desde 2014 me dedico profesionalmente y en exclusiva a enseñar. Porque quiero que seamos muchas las que despertemos nuestra vitalidad por medio de la Danza.

Gracias a mi formación como bailarina y bióloga, y a mi deseo de que te sientas cada vez mejor en tu piel; enfoco las clases para que tengas una práctica de actividad física sin lesiones ni sufrimientos innecesarios, adaptable a tus capacidades y tiempos.

Puedes probar gratuitamente de forma presencial en las Jornadas de Puertas Abiertas que organizo a comienzos de cada trimestre. Como las plazas son reducidas en función de los huecos libres, iré avisándote.

Como quiero que vengas solamente si estás a gusto, no hay matrícula.